0%
Los huevos, ¿Dentro o fuera de la nevera?

Algunos argumentan que la refrigeración es esencial para mantener la frescura de los huevos, mientras que otros defienden la idea de dejarlos a temperatura ambiente, ¿Qué es lo más recomendable?, a continuación, te compartimos una serie de características sobre los huevos y la refrigeración:

1. La cáscara del huevo es porosa y está diseñada para permitir cierto intercambio de aire. Al refrigerar los huevos, la condensación puede formarse en la superficie de la cáscara, lo que podría introducir bacterias y contaminantes en el huevo a través de estos poros.

2. Los huevos tienen la capacidad de absorber fácilmente los olores y sabores presentes en la nevera. Esto puede afectar el sabor de los huevos y de los alimentos que se preparen con ellos.

3. La refrigeración puede causar que la yema de huevo se cristalice, lo que puede alterar su textura y sabor cuando se cocinan.

4. Aunque es común creer que la nevera prolonga la frescura de los huevos, en realidad, estos permanecen frescos durante un tiempo significativo a temperatura ambiente debido a su capa protectora natural.

Entonces, ¿Qué puede suceder con los huevos si se refrigeran?

1. Contaminación cruzada:

La refrigeración inadecuada puede aumentar el riesgo de contaminación cruzada, ya que otros alimentos en la nevera pueden contaminar los huevos a través de su cáscara porosa.

2. Pérdida de calidad:

El almacenamiento en frío puede disminuir la calidad de los huevos al cambiar su textura, sabor y la forma en que se comportan durante la cocción.

3. Condensación y moho:

La condensación que se forma en la cáscara debido a la refrigeración puede proporcionar un ambiente propicio para el crecimiento de moho en la superficie del huevo.

¿Cómo almacenarlos correctamente?

1. Almacena los huevos a temperatura ambiente, preferiblemente en un lugar fresco y oscuro, lejos de fuentes de calor y luz directa.

2. Lávate las manos antes y después de manipular huevos para evitar la contaminación cruzada. Limpia cualquier suciedad de la cáscara antes de almacenarlos.

3. Utiliza los huevos en un orden de "primero en, primero out" para garantizar que se consuman en su frescura óptima.

4. Antes de cocinar, comprueba la frescura de los huevos sumergiéndolos en agua. Los huevos frescos se hunden y yacen planos en el fondo; los huevos menos frescos se mantienen en posición vertical o flotan.

5.  Si cocinas los huevos, refrigera las sobras adecuadamente y consúmelas dentro de un plazo seguro.

 

Aunque la tradición de guardar los huevos en la nevera es común, es importante comprender las razones por las que no es la mejor opción. La porosidad de la cáscara y la posibilidad de contaminación cruzada son factores críticos a considerar. Siguiendo las recomendaciones adecuadas de almacenamiento, puedes disfrutar de huevos frescos y seguros sin necesidad de refrigeración.